A pesar de vivir en un clima en el que el invierno no es tan duro como lo es la época estival, estos días atraviesa nuestro país una ola de frío que puede afectar a las plantas menos acostumbradas a la supervivencia con temperaturas bajas.

Si las especies de nuestro jardín no conocen las heladas serias o no resisten a temperaturas que rozan el punto de congelación, es mejor optar por tomar algunas precauciones para evitar problemas y daños a posteriori.

El acto inmediato que nos viene a la mente es cubrir las plantas más expuestas. El material con el que cubrirlas es importante: una sábana o tela. La razón es que estos tejidos transpiran y casi no pesan. Así, no crearán un efecto invernadero donde el calor asfixie a las especies o el peso de, por ejemplo, una manta las aplaste. Otra opción es usar un material más grueso pero sostenido con un soporte tipo estancas o alambres. Sí es recomendable usar la combinación sábana con plástico si este siempre está en la parte exterior y pueda proteger de la lluvia o las heladas, pero siempre dejando un espacio de ventilación para no crear, como hemos apuntado con anterioridad, el efecto invernadero. Al día siguiente deberemos quitar el material que las cubra para que tomen calor con los rayos solares si los hubiese e impedir acumulación de condensación.

Otra opción para que sobrevivan a la ola de frío es colocar un mantillo o ‘mulching’ de paja o heno, hojas de pino, cortezas y hojas sin comprimirlas. De este modo la humedad queda retenida durante las demás estaciones y en la ola de frío durante el invierno el sustrato se mantiene caliente, consiguiendo así que las raíces, la parte más importante de la planta y de la que aún puede brotar si se dañase su exterior, estén sanas y no se congelen.

La última opción es crear una especie de tejado hacia los dos lados y que dentro queden resguardadas las plantas. En inglés los llaman ‘cold frames’, algo así como marcos del frío. Este modo de superar la ola de frío es, sobre todo, si las plantas están a ras de suelo. El material de este tejado improvisado pueden ser maderas, ladrillos, ventanas vidriadas viejas o un material parece que deje atravesar los rayos de luz y no haga falta quitarlos durante el día.