La planta que no sólo sobrevive, sino que florece en invierno

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La planta que no sólo sobrevive, sino que florece en invierno

Enero es el mes más difícil de todo el invierno en cuanto a temperaturas y humedad se refiere, pero cuando el mundo vegetal descansa hay una planta que desarrolla todo su potencial y muestra todo su esplendor. La rosa de invierno va a contracorriente.

Esta planta, cuyo nombre científico es helleborus niger, durante la época estival reduce su avance hasta llegar el final del otoño, en ese momento, las hojas y flores se preparan para florecer y disfrutar de ser de las pocas especies que reinan con el frío.

Con el objetivo de obtener floraciones en los meses que no suele haberlas, el heléboro es una superviviente del invierno que posee distintas variedades según el color de sus flores: desde blancas, pasando por toques rosas hasta granates. Además, la variedad de pétalos blancos cuando alcanzan el clímax de su madurez adoptan tintes verdes muy característicos.

La rosa de invierno es una planta que, gracias a inviernos más agresivos, causa furor en los países del norte de Europa; en el nuestro tiene dos  subespecies –porque no se trata de una especie autóctona pero sí de las más cultivadas-: la helleborus foetidus, con las anteriormente mencionadas tonalidades verdes en los pétalos, y la helleborus viridis, típica de la zona del cantábrico.

Los cuidados del heléboro son sencillos pues es inmune a la nieve y la escarcha. Hay que colocarla en un lugar soleado y protegido aunque en el exterior, si su posición sólo recibe sombra la producción de flores será mínima. El riego será necesario sólo cuando las hojas estén decaídas y el abono cada 15 días para que las flores crezcan alargadas y abundantes.

Un último apunte sobre la rosa del invierno es que se trata de una planta tóxica sobre todo para nuestras mascotas así que habremos de evitarla o tener el máximo cuidado posible.